10 sugerencias para que tu hijo consiga una buena relación con la comida

Proporcionar a nuestros niños una alimentación saludable durante los primeros años de vida es imprescindible para desarrollar unos hábitos de comida sanos y equilibrados.

Proporcionar a nuestros niños una alimentación saludable durante los primeros años de vida es imprescindible para desarrollar unos hábitos de comida sanos y equilibrados, que se perpetuarán a lo largo de todo su desarrollo físico y psicológico.

Durante los días de cuarentena es preciso que se siga ofreciendo a los pequeños una dieta infantil rica y variada, respetando los horarios establecidos y creando una rutina alrededor de la comida parecida a la que tenemos en nuestra vida normal

En Nuestra Escuela Garabatos somos especialistas en la elaboración de menús saludables y aprovechamos la hora de comer para crear momentos agradables de interacción social y establecimiento de rutinas que les ayudan en el desarrollo de su autonomía e independencia. 

Si continúas leyendo te mostraremos algunas sugerencias que te pueden servir como oportunidad para ayudar a tu niño a crecer en todos los sentidos.

¿Te apetece?

La importancia de la alimentación en la infancia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna durante los primeros 6 meses de vida del bebé. A partir del sexto mes, la mayoría de los pediatras recomiendan comenzar a introducir pequeñas porciones de alimentos en forma de papilla o puré. 

En términos generales, los niños y niñas necesitan entre  4 y 7 veces más nutrientes por kilo que los adultos. Por tanto, la alimentación debe estar adaptada no solo en la calidad sino en la cantidad. Habitualmente, lo primero que se empieza a probar son frutas y verduras.

Después, poco a poco, se introducirán carnes y pescados dos o tres veces por semana. Los hidratos de carbono son una fuente de energía para que los niños crezcan fuertes y sanos.

Pero de todo esto, seguro que estás bien informada, afortunadamente para nuestros niños, nuestro Sistema de Salud es de muy alta calidad y las visitas a nuestros pediatras y sus indicaciones sobre cuanto, como y cuando vamos introduciendo los diferentes alimentos son estupendas.

Es cierto que cuanto antes se acostumbren a comer de forma saludable, menos les costará continuar con esas rutinas a lo largo de su crecimiento.

Es importantísima esta etapa de introducción y adaptación a nuevos alimentos y es, en estos momentos, donde puedes encontrarte con algunos obstáculos y te surjan dudas de si lo estás haciendo bien o no. Desde Nuestra Escuela Garabatos vamos a intentar aclarar algunas de esas dudas poniendo en marcha tu INTELIGENCIA EMOCIONAL. ¿Nos sigues?

  1. La información es poder. Infórmate sobre las necesidades nutricionales de tu hijo, lee las etiquetas de los productos en el supermercado y busca recetas saludables. Antes de ir a comprar, prepara un menú semanal. De esta forma, resultará mucho más fácil llevar una alimentación equilibrada. Pero ¡ojo! Las redes están repletas de dietas y teorías sobre alimentación variopintas, no siempre respaldadas por estudios psicológicos y científicos. Cuidado con las modas y dietas para adultos trasladadas a niños en crecimiento. Así que pon en funcionamiento tu mejor herramienta para diferenciar lo que te puede servir de guía: TU SENTIDO COMÚN. 
  2. No tires la toalla. En general, a los niños no les suele gustar un alimento la primera vez que lo prueban. Es normal. ¡No te rindas! Si algo no le gusta, deja pasar unos días  e inténtalo de nuevo. Cocínalo de otra manera, para hacerlo mas apetitoso o combínalo con otros alimentos para que sea menos, la cantidad a probar. 
  3. No hables de alimentos malos. Procura no clasificar los alimentos como “malos o prohibidos” y “buenos o apetitosos” porque tu hijo lo categoriza con gran rapidez, y luego es más difícil convencerle de lo contrario. 
  4. No obligues a tu hijo a comer. Es muy importante que haya gran variedad de alimentos en su dieta en estas primeras etapas. Si no quieren terminar el plato, no le obligues. Lo importante es que descubra el sabor de los alimentos. ¡Recuerda no llenarle el plato hasta arriba! Los niños necesitan porciones infantiles, no son adultos. Regla de oro: Los adultos decidimos cuándo, cómo y dónde vamos a comer, pero el niño ha de poder decidir CUÁNTO va a comer. 
  5. La hora de la comida es una oportunidad para crecer como familia. Es un momento para compartir, para socializar, para disfrutar de la compañía de nuestros seres queridos, de nuestros amigos. No la transformes en un acto tenso y coactivo. No la conviertas en una guerra y en una lucha por ver quién manipula a quién. Regla de oro: hemos de transmitir a nuestros hijos qué comer es un privilegio. Es una suerte disponer de tantos y tan variados alimentos y de poder compartirlos en una mesa con otros. 
  6. Predica con el ejemplo. Los niños son grandes observadores y se encuentran en una etapa en la que imitan todo lo que ven. Si tú no comes zanahoria, por  ejemplo, ellos tampoco, aunque quieras “vendérsela” como un tesoro. Así que cuidado con aquellos alimentos que no sueles comer o que no te gustan. No des oportunidad para que puedan imitarte, si crees que ese alimento, en particular, es importante para su dieta y no lo rechace. para que no rechacen los alimentos saludables de su dieta. Regla de oro: Los niños no imitan lo que dices, imitan lo que haces. 
  7. Respeta sus gustos y apetencias. Todos tenemos preferencias en cuanto a los alimentos. La suerte que tenemos en la sociedad en la que vivimos es que hay gran variedad de alimentos que contienen los mismos nutrientes. Respeta los gustos de tu hijo sin renunciar a que en la mesa haya variedad y tenga posibilidad de probarlos. No niegues las emociones que te transmita. Intenta escúcharlas y traducirlas. 
  8.  Sirve platos coloridos y con buena presencia. Es cierto lo de que, la comida entra primero por los ojos. Una variedad de colores y su presentación resultarán atractivos y le estimularán a probarlos. 
  9.  Que colabore en su elaboración y en “poner la mesa”. Participar en la elaboración de algunos platos y ayudar a colocar la mesa es parte de la creación de   buenos hábitos y rutinas de autonomía, colaboración e independencia. En cuanto pueda, inclúyelo en la actividad… No te arrepentirás nunca. 
  10. Beber agua en abundancia. El agua es una fuente de minerales con alto valor nutricional. Procura que tu hijo beba agua cada cierto tiempo. El agua ayuda a regular su organismo. El consumo de bebidas azucaradas como los zumos de brick son totalmente inapropiados. Los zumos naturales han de tomarse con moderación. La fruta, siempre es mejor proporcionarla en trozos para que el cerebro pueda saciarse, reconociendo la cantidad de azúcar ingerida. No es conveniente que esta clase de bebidas se conviertan en la bebida de preferencia de tu hijo.


Esperamos que estas sugerencias sirvan de referencia para que tu hijo consiga desarrollar una buena relación con la comida. Será uno de los pilares que le proporcionarán seguridad y le servirán de prevención de problemas alimentarios durante etapas posteriores y problemas físicos como la obesidad o diferentes tipos de diabetes, entre otros.

En Nuestra Escuela Garabatos nos ocupa y preocupa mucho el establecimiento de estos buenos hábitos porque forman parte de la salud física y mental de nuestros niños. Por eso nuestro cuidado en la elaboración de menús atractivos y saludables y la puesta en marcha de programas educativos que lo faciliten. Conviértete tú también en un guía emocionalmente inteligente para tu hijo, en este aspecto tan importante de su desarrollo.

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