Escogiendo colegio

Se acerca el período de matriculación y te estarás preguntando qué centro educativo sería el más conveniente para tu hijo de tres años.

Se acerca el período de matriculación y te estarás preguntando qué centro educativo sería el más conveniente para tu hijo de tres años.

Es una decisión tan importante como la que tomaste, cuando elegiste el centro infantil en el que habéis estado tan a gusto durante este tiempo…

Pero hay una gran diferencia entre estas dos tomas de decisiones. En el caso de la Educación Infantil, la elección recaía exclusivamente del lado de la familia, después de visitar los diferentes centros. En el caso de la elección de colegio, se añade una variable: la baremación de puntos, por lo que existe la posibilidad de que no puedas matricular en el centro que te merece más confianza.

Así que para ayudarte a tomar una decisión acertada, estas son nuestras sugerencias.

¿Qué aspectos has de tener en cuenta a la hora de escoger el centro educativo? Lo primero y principal es conocer las diferentes ofertas que existen en tu localidad. Siendo coherente con tus principios y con aquellos valores que deseas para tu hijo, reducirás la “lista” notablemente. Es decir, optarás por un centro privado, público o concertado, religioso o seglar, con determinada implementación de idiomas, con un proyecto educativo concreto… Obviamente, sería realmente contradictorio elegir un colegio fijándote únicamente en sus instalaciones deportivas, por ejemplo, cuando no coincides con sus principios educativos. Esta decisión acabaría colisionando con los valores familiares, confundiendo al niño y suscitando desconfianzas entre la familia y la escuela.

Con esta primera sugerencia, eliminamos de la lista buena parte de las opciones.

Lo siguiente que te sugerimos antes de ir al centro a informarte, es sentarte un momento y reflexionar sobre los puntos que consideras más importantes para la educación de tus hijos. Investiga las páginas web y las redes sociales de los colegios que más te interesen, porque probablemente te surjan más dudas de las que te habías planteado en un principio. Y, una vez recogida la información principal y las dudas, es hora de resolverlas acudiendo al centro personalmente.

Y es entonces donde entra en juego nuestra tercera sugerencia: visitar cada uno de los centros candidatos, a ser posible, descartando los días de puertas abiertas masivos. Es preferible una visita individual o en pequeño grupo, en horario escolar. Así, además de las instalaciones, horarios y servicios, podrás tomar buena nota de aspectos fundamentales como el “clima” que se respira, el ruido ambiental, la calidez, la pasión que transmite el personal, si hay una AMPA activa…

Si la persona que te recibe lo hace bien, te presentará su proyecto como… INNOVADOR, FAMILIAR, TECNOLÓGICO, PLURILINGÜE… y eso está estupendo. Pero vivimos en un mundo en el que todos los centros ofrecen de todo y son los mejores en todo. Por eso, es labor de la familia filtrar la información recibida haciendo las preguntas oportunas.

Algunos de los puntos que debes conocer sobre el colegio candidato son:

• Metodología y proyecto educativo.
• Proyectos específicos de música, idiomas, ajedrez…
• Personal específico y de apoyo.
• Ratios.
• Espacios educativos.
• Carácter inclusivo, competitivo o cooperativo.
• Conciliación familiar.
• Relación familia-escuela.
• Plan de convivencia y resolución de conflictos.
• Política de privacidad de datos personales.
• Alimentación.
  Y… la pregunta del millón… ¿Por qué cree que debería elegir este centro y no otro?

Finalmente, existe una variable que no podrás controlar, la temida baremación. Todos los centros escolares públicos y concertados están sujetos a un riguroso proceso de selección que tiene que ver con la cercanía del colegio a tu vivienda o trabajo, la renta familiar, el número de hijos, hermanos en el centro… Esto depende de la normativa vigente y puede variar de un curso a otro.

Cuando se acerque el momento de matricular trataremos de aclarar, en lo posible, todas las dudas que te puedan surgir. Hasta entonces, tienes deberes.